Hoy Julián Urman + Sagrado Sebakis
Musicaliza: Pedro De Matteis
Desde chico que tengo una gran necesidad de usar el baño publico, es un pequeño gusto que me doy a diario. No solo el baño publico, me cabe el baño de la gente que no conozco, ponele, el de mi nueva psicologa. Le digo: ¿me bancas un segundo que paso al baño? Así me meto, cierro la puerta y ahí si, hago la mía. Me encanta meterme en baños de otros, usarles el cepillo, si posta, es algo que… me puede. El tema es que yo vengo de una familia de clase media, expliquemos: A Marianito le regalaban una cartuchera de 3 pisos para ir a la escuela, la mía era de uno. A Marianito le regalaban la estación de playmobil, a mi me regalaban 4 pares de medias y 6 boxers, porque en los campos de concentración no había ropa interior limpia.
Ultimamente me sorprende encontrar una especie de error en el intento de encontrar una piedra fundamental a las letras argentas. Bolaño (no el del chavo!) plantea 3 grandes errores en la búsqueda de una piedra filosofal de las nuevas letras. El primero que expone es a Soriano, escritor de buenos policiales, pero claramente, no logra ser base de nuevos escritores. El segundo que expone como oculto del under de los 70s es a Osvaldo Laborghini. Tampoco funciona. Y de Arlt ni hablar, el dice que es como una piedra brillante adentro de una cajita pequeña, si la tener en el sotano anda bien, pero si la poner como centro de mesa de tu biblioteca, te va a joder todos los demas libros. Algo similar sucede con la musica, mi amigo Fede me dice: – Posta chabon, la cosa es asi, viene Pappo, Riff, Los redondos y luego Sumo. No hay con que darle.
No! Y Billy Bond y la pesada que?
Se conecta una piba en el chat! Me habla, le digo: – Hola, te amo!
Se conecta otra piba al chat! Me habla, le digo: – Hola, te amo!
Se conecta una tercer chica al chat, me habla, le digo: – Hola! Te amo!
Como se llama la obra?
La obra tiene 2 nombres opuestos complementarios, o bien se llama: Tengo una maravillosa capacidad de amar… o mas bien… tenga que ver con que mi amor vale mierda. Anda saber.
Una vez a los ocho años fui a un campamento de judios en Macabi, un club de la cole de pseudo izquierda. La cuestion es que dormiamos todos juntos, en Bungalows, nenes y nenas. Esa mañana cuando me desperte, tenia una comarca entera de nenitos mirandome. Me habia dormido con el pito afuera del pantantalon. Ese fue mi ultimo contacto con el judaismo y con el club.
A la piba que me gusta le ofreci pegarme un tiro en la rodilla si ella me decia si a salir conmigo. Supuse que eso podia calentarla. No paso. Entonces le propuse tirarme un paso. No se lo que es pero si lo dicen los wachiturros, tiene que ser piola.
Esto es realmente extraño, viajar por mi propia (esto va a redundar) historicidad frente a gente que no me conoce. Estoy chateando analogicamente con todos ustedes, y aun no me decidi a quien me quiero levantar… denme un segundo. Cagamos, todo clase media. Busco alguna mujer que me quiera llevar a Europa, que me compre ropita y me pasee como una princesa por todas partes. Vamos a buscarla entre la gente, momento…
Estoy saliendo hace poco con una chica Goth, soy su primer “hombre”, la piba antes era completamente lesbiana, si claro… A todo esto no conozco una sola lesbi que no este con pibes. El tema es que me elije a mi como su hombre, que error “hombre con pechos de femina” es una especie de transgenero, es hora de aceptarlo. Si los pechos superan la cadera, se llama transexual. Pero bueno. La cuestion es que me mude hace poco a Villa Luro, el lugar de la capital mas alejado de la tierra. Pocas mujeres se atreven a venir. Este piba es de buena leche. Viene de Lanus! Llega a casa, trae comida y bebida, cogemos y se va a la parada sola, asi, sin ayuda. Eso es una piba de buena leche. Va a ser la madre de mis hijos. Se la banca. De paso estoy escuchando bandas como Lacrimosa y esa onda gotico blanco y negro que me re cabe.
Ahora me voy a tomar un segundito para imaginarme que todos ustedes estan desnudos. Ahora si! Tanto mas sencillo para escribir.
Hace poco pensaba que estabamos como yendo a ningun lado. Que todo era espectaculo, que era el fin de todo. Lo que me dio el puntapie inicial fue la votación campo gobierno, la de Cleto, alguien la recuerda? La promocionaron como partido boca-river (bue, river…) el tema es que se jugaba de trasnoche, y a la entrada de Casa de Gobierno pusieron PANTALLAS GIGANTES!! Para ver la votacion!! Y a todo esto, empatan! Y define Cleto!! Por dios, esto es una peli de las piolas, como cuando entro la enfermera con el doping de Maradona!! Cuando se vio una enferma entrando a la cancha? Mi nueva teoria es que el Indio solari es el narrador omnisciente de la historia contemporanea argentina. Hace no tanto tiempo, 4 meses antes de la gripe porcina, el Indio saco el disco PORCO REX, en cuya tapa solo se ven personas con barbijos y cerdos!! Este tipo tiene el don, por algo vive encerrado, es la pitonisa, solo un coen gadol puede entrar a su casa una vez por año y hablar directamente con Dios.
Dentro de una hora, cuando esto termine, voy a ir a arrancarme una muela a la facultad de Odontologia. Fui anteayer pero no hubo caso, no me quisieron atender, me dijeron que si no me sangraba parte de la cara, no era una urgencia. Chupala. Asi que ando dopado con Ketorolac hace como 7 dias. Gran vida la mia, quise hablar con mi vieja ayer y solo podia babear. Asi que la onda es solo babear ahora, es lo nuevo, asi encaro mujeres, lo que les copa es mi baba. Es muy parecido a la Nepeta, la droga de los gatos. Exita a las hembras porque tiene compuestos muy parecidos a los de la orina del macho. Bueno, yo sacudo mal siempre en el baño y termino con un monton de pis en mi pantalón. Eso debe ser lo que las atrae. Soy como una droga gatuna viviente, bien por mi.
Hace poco le envie mi nueva novela a Aira. Me contestó que lo sentia mucho pero que no puede leer mi novela porque esta cansado… entonces le mande mi novela haciendome pasar por un paraguayo que se esta escapando de los fumadores clande, recluido en una habitación en balbanera. Le encanto! Parece que no sirve ser sincero con los grandes escritores argentinos. No basta con decirles: Hola mi nombre es seba, tengo una novelita. Ellos tambien quieren espectaculo! Asi que gracias a eso, descubri que no solo son grandes fingidores, sino que ademas, son grandes performers.
Me niego a seguir relatando mi vida públicamente. Se curten. Posta, que las desgracias las vean otros. Ahora les voy a dar un minuto para que me vean como alguien realmente bello. Vamos… intenten… posta wacho… laburen… y en 3, 2, 1 me voy a levantar y esperar lo que me pertenece, mi aplauso.ç
EN 1 MINUTO VIENE JULIAN URMAN!!!!
QUEDENSE!!!
O TIRENSE UN PASO!!!
Luis acaba de mudarse al edificio. En realidad fue hace dos meses, pero las cajas siguen sin abrir en el living. Suponemos que Luis juega con la idea de que acaba de llegar, o que está a punto de irse. Sea como sea la cosa, sabemos que Luis y Miriam se conocieron en el ascensor.
Luis es un galán maduro, habil con la sonrisa y facil para la palabra. Anda cerca de los cuarenta, es atlético. Sí, Luis nos gusta. Miriam es psicóloga. Es una psicóloga pulposa. Pulposa y atractiva, aunque para muchos pulposa y atractiva sean sinónimos. Luis la encaró sin saber este dato, el de su profesión, porque Luis en el fondo les tiene terror a las psicólogas. Pero quedaron en verse una noche, en el departamento de ella.
Luis, la noche en cuestión, rebuscó entre sus cajas hasta encontrar un timer con forma de gallinita. Luis no puede cocinar sin timer. Su mente es dispersa y más de una vez tuvo que correr a aplacar un incendio en la cocina.
Para esa noche, la de la cita, Luis eligió hacer una torta. No hay mujer que se resista a una torta, pensó Luis. Buscó en Google: torta y cita. Encontró una receta sencilla que procedió a preparar.
Cuando el timer cantó, la torta estaba lista. Luis bajó las escaleras –el departamento de Miriam estaba directamente abajo del suyo- torta en mano. Con una manopla para no quemarse por la temperatura de la tortera. Luis supuso que Miriam, al ver la torta, al ver la manopla, caería muerta.
Miriam abrió la puerta y se encontró con esa imagen: Luis, la torta, la manopla. En ese orden. En seguida confirmó lo que ya sospechara en el ascensor: la soberbia ganadora de Luis escondía una profunda vulnerabilidad. Miriam estaba dispuesta a destruir esa vulnerabilidad.
En seguida tomaron vino, Luis contó su anécdota favorita, una anécdota de golf que es completamente falsa, pero que él siente lo hace quedar como un genio compasivo, y así le gusta pensarse: un genio compasivo.
Las cosas se complicaron cuando Luis se enteró que Miriam era psicóloga. Esto lo puso incómodo, y en situación semejante, la incomodidad puede ser fatal. Sin entender bien cómo, Luis empezó a hablar de su infancia. Cuando era chico lo mandaron al psicólogo. Mejor dicho, a la psicóloga. Una mujer mayor que masticaba constantemente pastillas de eucaliptos. No las chupaba, las masticaba. Todo el consultorio olía a eucaliptos. Luis terminó de contar esta historia y, quizás por la incomodidad de la que hablábamos antes, aclaro: nunca me acosté con una psicóloga.
Miriam abrió los ojos, hizo una larga pausa. ¿Te puedo hipnotizar?, preguntó. Luis miró la torta, intacta. Bueno, dijo. Miria trajo a la mesa ratona, frente al sillón en el que estaban sentados, un metrónomo. Una sola gota de sudor recorrió el trayecto de la frente de Luis a su ojo izquierdo, que parpadeo por efecto de la acidez del líquido biológico. Miriam puso el metrónomo a la menor frecuencia posible.
NOC NOC NOC NOC.
Ya sé, dijo Luis. Siento los párpados pesados. No, nada que ver, corrigió Miriam. Quiero que pienses en la cocina. Imaginate la cocina vacía. Pensá en la luz de los tubos fluorescentes. En ese olor que tienen las cocinas, que puede ser dulce o agrio. Imaginá el brillo de los azulejos. Luis hizo todo eso.
Ahora pensá que hay alguien en la cocina. Acurrucado en un rincón. Alguien que no debería estar, pero está. Alguien que mastica algo, acurrucado como un animal. Ahora pensá que el olor de la cocina, ese olor que no podías definir, es un profundo olor a eucaliptos.
En este punto elegimos hacer un ruido, como una alacena que se abre y se cierra con fuerza.
Luis se puso de pie. No me gusta este juego, dijo. ¿Hay alguien en la cocina? Miriam no respondió nada, porque a pesar de que ella creía que estaba en control de la situación, la verdad es que éramos nosotros los que mandábamos.
Andá a fijarte, dijo Miriam. Luis lo pensó, acción que se veía dificultada por las sendas gotas de sudor que repetían el camino de la primera, el trayecto de la frente al ojo izquierdo de Luis, todas las gotas se empeñaban en seguir ese mismo camino, en inundar el ojo izquierdo de Luis con líquidos biológicos más bien ácidos.
Al fin Luis se acercó a nosotros, paso a paso se acercó a la cocina y se asomó para mirar. No vio a nadie. Porque nosotros ya estábamos en su cabeza.
Me voy, dijo Luis. Te aconsejo que te quedes, dijo Miriam, al menos hasta que todo esto termine. Miriam se levantó la blusa y expuso las tetas. Eran dos. Hermosas. Esto a Luis lo hizo dudar. Pero tenía que irse, nosotros necesitábamos que se fuera. Con la tintilante sensación de una erección en camino, Luis dijo me voy y abrió la puerta.
En el pasillo, todo esto le pareció ridículo, pero el olor a eucaliptos no abandonaba su nariz. Escalón a escalón subió la escalera, sin la torta, sin las tetas y sin la manopla. Mierda, pensó Luis, me olvidé la manopla.
Ya en su departamento, la abundancia de cajas cerradas le produjo una sensación horrible, similar a la acidez, o reflujo, como le dicen ahora algunos médicos que quieren vender pastillas contra el reflujo. Luis se acurrucó entre las cajas cerradas. Buscó en la única que estaba abierta, de la que había sacado el timer gallinita. Antes de que pudiera encontrar algo que lo tranquilizara, se encendió la luz del baño.
Es un error de conexión, pensó Luis. En verdad fue el hemisferio izquierdo de Luis el que pensó eso. Ya estábamos tan adentro de su cabeza que podíamos diferenciar lo que pensaba un hemisferio del otro. EL hemisferio derecho gritaba: corré, pero nosotros teníamos una mano tapando la boca del hemisferio derecho.
Ahora se abre la puerta del baño. Pensamos muchísimas opciones para esta situación, porque somos detallados, no nos gusta dejar este tipo de cosas libradas al azar. Pensamos: Michael Jackson. Bill Clinton. Fernando de la Rua. Ok, también pensamos en Carlos Menem. Pero al final nos decidimos por Miriam, en camisón.
Estoy lista, dijo Miriam. De fondo, todavía se escuchaba el metrónomo, que sonaba ridículamente parecido a Billie Jean, aunque no tuviera notas, aunque fuera un rudo sordo.
NOC NOC NOC NOC.
Miriam avanzaba hacia Luis como la androide de Metropolis. Eso lo sacamos de la cabeza de Luis, a partir de ahora decidimos utilizar las referencias que a él más le gustaran, para joderlo peor.
Dos, tres pasos de Miriam. La seda del camisón ondulaba bajo la pulposidad psicológica de Miriam. Luis se sintió atrapado en su propio departamento. Sintió por primera vez que el hecho de no terminar de mudarse lo convertía en una persona en transito, alguien pegado en la goma que se genera entre el pasado y el futuro.
Por un segundo permitimos que el hemisferio derecho de Luis comandara la situación. Quitamos nuestra mano de su boca y el hemisferio derecho gritó: corré.
Y Luis hizo eso.
Corrió pasillo abajo. Estaba en calzones, auque nunca se hubiera quitado la ropa, pero eso nos pareció más cruel, que estuviera en calzones.
Los pisos se repetían, idénticos, y no porque todos se parecieran, que en efecto se parecían, sino porque todos mostraban la puerta abierta de un departamento, el departamento de Miriam, adentro del cual seguía batiendo el metrónomo.
NOC NOC NOC NOC.
El hemisferio izquierdo de Luis le dijo, porque el hemisferio izquierdo siempre busca soluciones, tenemos que apagar el metrónomo. Y Luis dijo es cierto, tenemos que apagar el metrónomo para salir de esta pesadilla.
Luis entró, entonces, de vuelta al departamento. Apagó de un manotazo el metrónomo.
Se despertó en un diván. Detrás suyo escuchó la voz de Miriam. ¿Y cómo sigue el sueño? Luis se puso de pie. No, dijo. Esto tampoco es cierto. Miriam sacó del bolso una pastilla de eucaliptos. La mordió sin ningún tipo de miramiento respecto de su dentadura y la dureza que por lo general ostentan este tipo de pastillas. CRAC. ¿Y si no es cierto qué es?, preguntó Miriam y se elevó la blusa. En vez de tetas tenías dos caras de Luis, una por cada pecho. Las dos caras de Luis gritaban.
Luis se despertó en su cama. Fue un sueño, dijo su hemisferio izquierdo. Fue todo un sueño, dijo su hemisferio derecho. Por primera vez en su vida, ambos hemisferios estaban de acuerdo. Luis suspiró, aliviado. Así terminaba V, invasión extraterrestre, pensó. Y justo cuando terminó ese pensamiento escuchó el ronquido.
Miriam. Desnuda. En su cama. Roncando. Aún dormida olía a eucaliptos. El hemisferio derecho de Luis le sugirió que llorara. El izquierdo le sugirió que la estrangulara. Luis no hizo ninguna de la dos cosas. En vez, acalló su monólogo interno para recuperar el sonido distante del metrónomo.
NOC NOC NOC NOC.
Sigo hipnotizado, se dijo Luis. Eso es lo que pasa, sigo hipnotizado. Por eso odio a las psicólogas, se dijo. Porque tiene la habilidad de destruirte la mente. Esta última frase se la soplamos nosotros, pero no le digan.
Entonces empezó el gruñido. Gutural. Serio. El gruñido de un animal que muerde. Un animal que acostumbra morder para vivir. El gruñido de Agustina Cherry, por ejemplo.
Luis no tuvo otra opción que mirar debajo de la cama. Decimos que no tenía otra opción porque nosotros le indicamos que lo hiciera.
Unas palabras sobre nosotros: no somos malos. Quizás pueda parecer que todo esto es un simple experimento sin más objetivo que divertirnos, pero no es así. No es así para nada.
Luis, entonces, miró debajo de la cama. No encontró nada. Pero cuando su torso regresó a la cama, cuando volvió a sentarse, encontró a Miriam, en cuatro patas, gruñendo. Los dientes le temblaban de cómo gruñia. Un pequeño chorro de pis se le escapaba en anticipación de la presa.
Miriam, desnuda, gruñia con dientes y tetas. La próxima acción de Luis no viene ni de nosotros ni de él. Proviene de su espina dorsal. Porque no solo el cerebro aneja el cuerpo, también existen acciones reflejo. Esta fue una de esas: escapar. Caer hacia un rincón.
Mientras Miriam lo devoraba, Luis pensó: es todo mentira, es todo mentira. Y el metrónomo decía:
NOC NOC NOC NOC.
Gracias…
5 minutos: No hechan!!!
Vamos a escibir una novela breve, brevisima.
…entonces deja de chuparmela, me mira y me dice: che! Y tus viejos a que se dedican? No, no asi no puedo comenzar una novela. Mira si mis viejos estan entre el publico.
Entonces me desperte y me brillaba el choto… no, carajo, asi no. Vamos, estamos en tiempo de descuento.
Algo magico tiene que salir… Ya se, me estoy bañando y de golpe se me pone dura, pero dura mal, entonces comienzo a gritarle a mi hermana, Paula! Paula! Venite para aca!!! Paula!!!! Paula viene, me dice: que pasa? Y o le digo: mira la flor de ¡”$!”$%• que te perdes por ser mi hermana!!!
Ononononon. Dios, tenemos que cerrar este jam, se va todo al carajo!!!!
Los esperamos a todos dentro de una semana que siguen las jams por todas partes del mundo, hace jam con tu señora, juga jam con tus hijos, inmolate por la patria. Aprende a tocar el instrumento de tu prima, divertite, escribi, no pares, aunque vengan los Cabanis y te quieran correr, como ahora, jamas pares loco, si te pinta el arte, bancate los pala ¿?? Palazos
Esta todo bien, Word es mi amigo. Vos sos mi amigo, mis 3400 amigos del feisbuk son mis amigos… carajo, estoy mas solo que nunca…
No aplaudan putos… los amo… posta escriban sin parar, con drogas, sin drogas, viernes que viene en el CCEBA Sagrado Sebakis con Natalia Moret…
Gracias!
GRACIAS A TODOS HASTA LA PROXIMA!!!!!
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